Zona de producción

Sabiduría campesina ligada a fructíferas tierras

El Valle del Guadalhorce es una comarca con una gran tradición hortofrutícola, durante los meses de verano, el tomate es el gran protagonista de nuestras huertas. Nuestro clima y la riqueza de nuestros suelos junto a la sabiduría de nuestros agricultores/as hacen del Valle del Guadalhorce el lugar ideal para el cultivo del tomate. Son más de 40 variedades las que podemos encontrar en esta comarca, pero el rey por sus excepcionales propiedades sensoriales es el Tomate Huevo Toro.

El río Guadalhorce permite que los tomates se desarrollen en unas condiciones ideales

La comarca queda perfectamente definida por un conjunto montañoso y solo abierta por la desembocadura el río Guadalhorce, que le aporta el frescor de la influencia marina, que junto con las propiedades agronómicas de sus fértiles suelos, ricos en roca caliza y la calidad del agua de riego, permite que los tomates se desarrollen en unas condiciones ideales para que su sabor, aroma y textura sean de una calidad excepcional.
Son tomates que saben a tomate, tomates con todos los matices propios que sólo el cultivo al aire libre en la época estival le pueden conferir. Desde hace siglos se cultivan en nuestra comarca, el conocimiento campesino junto con la condiciones ambientales de producción han conseguido que el Tomate Huevo Toro Guadalhorce Aire Libre Cultivado sean un deleite para los sentidos.

La superficie cultivada en el Valle del Guadalhorce es de 77.325 Ha

lo que supone que más del 53% del territorio tiene dedicación agrícola. Los cultivos de regadío se extienden sobre el conjunto de terrazas creadas por los sedimentos y aluviones depositados por el río, ocupando el 21% de las tierras labradas; y los cultivos de secano sobre las colinas y piedemontes, entre las pequeñas serretas interiores y las grandes líneas estructurales que enmarcan el valle.

El Microclima

Dentro de los cultivos de regadío se observa una presencia mayor de cítricos, no obstante, nuestro microclima nos permite contar con una amplia diversidad de cultivos de regadío tanto herbáceos como hortícolas y leñosos. Dentro de los cultivos hortícolas de verano, cobra especial protagonismo el tomate, convirtiéndose en el protagonista indiscutible de nuestras huertas en la época estival.

Esta hortaliza tiene una demanda importante de agua.

Pero gracias a la presencia de agua de los manantiales naturales en las cuencas de río Grande y río Fahala o del agua de los pantanos  del Guadalhorce, junto con las condiciones microclimáticas  propias del fondo del Valle; han hecho posible que el tomate se convierta en los meses de verano en uno de los productos estrellas de nuestra comarca. Además, se ha convertido en un atractivo agroturístico para aquellos que quieren conocer más en profundidad la idiosincrasia de este cultivo.

En este sentido cabe destacar a la marca Parque Agrario Valle del Guadalhorce, que tiene como objetivo convertir el singular y diverso paisaje agrario de la comarca del Valle del Guadalhorce en un recurso agroturístico, aprovechando nuestra cercanía a Málaga y la Costa del Sol y ofreciendo una serie de servicios turísticos que complementen las actividades culturales y de ocio y tiempo libre.